Entré en ti, y peor, entraste en mi, te robaste, de la forma más perfecta, un espacio... Me aterro.
¿Sabes? Me rehuse a ver tu mirada y no ver esa mirada que hice tan mía, que te robe y no creas que tu no robaste nada, siempre pensé que podían robarme todo menos mi respiración, siempre podría aferrarme a algo... La robaste, la cambiaste, la tranquilizaste, la pausaste.
Y ahora solo tengo esa imagen, tus ojos, llenos de luz, con la mirada fija, tranquila... Mía