Cuando las palabras se tornan vacias, cortas, carentes de peso, lo único que resta es una mirada, un mordisco de labios para tratar de engañarlos, intentar despertarlos. Cuando las ideas huyen del cuerpo, cuando solo queda tensión, lo único que resta es volverse ciclopes, unir miradas, un toque de labios basta para transladarse a otro mundo, habitar en ellos, evadiendo la realidad, un idea banal del paraiso, donde no hay vuelta atras, solo un barranco, una apuesta, un solo brinco a tierra desconocida. Cuando el tiempo nos lleva ventaja, donde el silencio gana, el vicio empieza a rendirnos cuentas, cuando se pierde la libertad, pero cuando se gana una pequeña insinuación de una nueva ilusión, quiza una ilusión ventajosa, envidiosa y juguetona. Pero cuando esa pequeña y borrosa imagen, un reflejo en los ojos, muestra un futuro aparente, soñado. Cuando los castillos en el aire comienzan a izarse repentinamente, un tanto timidos, vacilantes. Cuando el aliento se torna cálido, cítrico. Cuando los labios se desfiguran en frías navajas y el dolor embellece el instante. Cuando el tu se convierte en nosotros y el viento nos tira una jugarreta a nuestro favor y solo se percibe una sinuosa promesa, un tu y yo por siempre.
Cuando las palabras se tornan vacias, cortas, carentes de peso, lo único que resta es una mirada, un mordisco de labios para tratar de engañarlos, intentar despertarlos. Cuando las ideas huyen del cuerpo, cuando solo queda tensión, lo único que resta es volverse ciclopes, unir miradas, un toque de labios basta para transladarse a otro mundo, habitar en ellos, evadiendo la realidad, un idea banal del paraiso, donde no hay vuelta atras, solo un barranco, una apuesta, un solo brinco a tierra desconocida. Cuando el tiempo nos lleva ventaja, donde el silencio gana, el vicio empieza a rendirnos cuentas, cuando se pierde la libertad, pero cuando se gana una pequeña insinuación de una nueva ilusión, quiza una ilusión ventajosa, envidiosa y juguetona. Pero cuando esa pequeña y borrosa imagen, un reflejo en los ojos, muestra un futuro aparente, soñado. Cuando los castillos en el aire comienzan a izarse repentinamente, un tanto timidos, vacilantes. Cuando el aliento se torna cálido, cítrico. Cuando los labios se desfiguran en frías navajas y el dolor embellece el instante. Cuando el tu se convierte en nosotros y el viento nos tira una jugarreta a nuestro favor y solo se percibe una sinuosa promesa, un tu y yo por siempre.
Si me dieras un beso, me lo pondría en el huesito de la pelvis, justo arriba de la cadera
Referencia Personal
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Interesado en la gloriosidad de la madre naturaleza, en la perfección del padre tiempo, en el misterio del gran kahuna, en la complejidad del hombre, en la sencillez de un suspiro y en el dolor de una lágrima.
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cuando las palabras se tornan vacias, o cuando se acaba la chevecha... jojo
la neta mijo, es sin duda tu mejor post... lo sentí tanto.. o sea de que me identifique (por si hay algun malpensado ¬¬)
tssss
lo quiero harto mijo
bonito... todo me parece bonito je je je , buena entrada je je, sigue asi de inspirado je je
jeje....jeje....jeje
Todo pasa en un instante¡ asi de rapido cambian las cosas y se dice gracias¡ y no es invierno¡ Abrazos Don¡ n_n
yo soy tan parlanchina que de verdad deseo con todo mi corazón que jamás se tornen vacias para nadie....
parece que alguien andaba inspirado... Nice post ;)
Saludos
Nice.
Me encantó....y mira que esta pinche gripa no me deja pensar bien por tanto estornudo...
saludos!
andas muy inspirado no?
ahahahah
a ver quien te inspiraa XD
ok ya pueess!!
cuidate morro
HAHAHHA
Si el tu y yo se convierte en nosotros, entonces el instante deja de ser solo un instante y se convierte en algo mas... te lo dejo de tarea.
ahora me dieron ganas de llorar!
gracias
Pero existe ese dulce zumbido del deseo no lo niegue.
Que buenas imágenes creaste. Me gusta en especial esa de las navajas.
mi estimado rodrigo es muy agradable encontrar en mi pagina un comentario tuyo, y me encanta tu foto del beso, pero sobre todo lo que escribes un abrazo