Día a día nos vamos descubriendo, desvistiendo gustos, aficciones, inclusive vicios. Enmendando historias y sueños, impacientados ante un espejismo, asegurarnos de estar completamente vivos y despiertos. Cada día conquistar nuevos territorios. Hoy es día de evocar los mejores momentos de una cita, de un nuevo deseo.
10. El instante cuando la multitud abre paso y lo ves, tranquilo, mirando al vació, esperando, aguardando por tu llegada.
9. Tu sonrisa, misteriosa, mentirosa, que oculta esas palabras, que evita mostrarle tu interés, la disposición un tanto apresurada. Esa barrera que impide entregarte por completo, apostar hasta perder todo.
8. Tu mano en su nuca guiando el camino, apresurando la entrega, poseyendo su alma, su corazon, controlando el beso, el juego de labios.
7. Tu risa, junto con la suya, armonizando, componiendo una melodía infinita, matando el silencio incomodo, inhabitable.
6. La historia que se escribe, donde estas a su lado, donde perteneces tan solo un instante, en el oceano del tiempo, en los altos de las montañas, a solas, en silencio, solo sus miradas,... solos.
5. Su mano recorriendo desde el cuello, hacia el sur, inhalando su aroma como un veneno, adictivo, despojandote de fuerzas, liberandote, dejandote llevar, su cuerpo, calentando el tuyo.
4. Sentir su brazo en tu cintura, sorpresivamente, sin cuidado y sin pudor, ahi, publico, evidente y afable, como un regalo sutil, una muestra de intención.
3. Su sonrisa, la luz que emana al saludar, al decir tu nombre, como jamas lo habias escuchado, cuando su perfecta sonrisa inunda el cuarto de una bruma ligera, suave, como terciopelo.
2. Su aliento, sentirlo en tu piel al acercarse al intentar hacer contacto con el, acariciendote al oido en cada palabra, en cada suspiro.
1. El primer beso, ese que jamas ser repetirá, que jamas podran quitarte, te pertenece, se impregna en tus labios, los marca, los deshace bajo el arrebato de su deseo, del frenesí íntimo, cercano.
Bonus track. La despedida, el robo del corazón, la revolucion en tu mente, la sonrisa fingida a su partida, la sonrisa real al sentirte parte de él, tan solo un instante, aprender a soñar, a no dejarte llevar.
Sin embargo odio el desfio al tiempo, al corazón, el riesgo de no ser, no estar, del no. Odio dudar, pensarme lejos, odio no saber, odio la niebla.
Agradezco sus colaboraciones, su inspiración, sus letras. Agradezco su tiempo.