Me puse una tarea, disfrutar cada gota de agua que toque mi piel cuando estoy contigo, esas gotas de agua que se secan rápido como las caricias de tus manos. Rápido como nuestra historia.
Me conté un sueño, vivirte como si fueras para siempre, como si nunca te acabaras y como todas mis historias, vivirte hasta el fondo y sin miedo.