Volteo hacia abajo y me veo escarbando, más profundo, más rápido, más fuerte, más doloroso. Mis manos empiezan a sentirse ajenas, me siento ajeno, desconocido, débil. Me siento estúpido creyendo que el fondo de ese hoyo abra otra salida. ¿Cómo salgo si sigo mirando abajo? ¿En qué momento deje mis alas y me amarre a esa bola que me sostiene al suelo, que me hunde?¿Dónde están esas luces de colores que me acompañaban? ¿Cuándo perdí las respuestas a todas las preguntas que nacen en mi? ¿Será que hoy debo dar la vuelta? ¿Aferrarme a quien yo era y no aferrarme a quien me convertí por alguien más? Ahora todo es más frío, más lento, las letras se perdieron, me desconocen y me desconozco. Quizá ese es el peor error, perderme, correr muy rápido son voltear y sin querer ver lo que pasaba a mi lado, y dentro de mi.
Soltar, respirar y subir